19 de marzo de 2014

11 de marzo de 2014

Zoido y Monteseirín reciben su primer “premio” conjunto...

COMUNICADO DE PRENSA
Sevilla, 10 de marzo de 2014
Y es por la “encomiable” labor de ambos en la erección de la Torre Pelli 

La prestigiosa entidad de defensa patrimonial SOS Monuments ha reconocido, pero por negativo, el papel de los dos últimos alcaldes de Sevilla en pro de la construcción de este rascacielos. Un edificio con un tremendo impacto sobre el paisaje de la zona más “sensible” de la ciudad. Así lo recoge el acta de su asamblea anual:
"Admiracions destruïdes 2013” a la Torre Pelli de Sevilla promovida por Cajasol, por la desfiguración y confusión de las vistas del horizonte al competir con la Giralda, obra del arquitecto César Pelli y a Alfredo Sánchez Monteseirín y Juan Ignacio Zoido (anterior y actual alcaldes de Sevilla). 

A Monteseirín se le ha comunicado su premio por correo electrónico. Mientras que con el actual alcalde la intención de SOS Monuments era entregárselo en mano; y pedirle que le hiciera llegar copia a su colega, ahora en paradero desconocido. Pero Zoido no ha contestado las solicitudes formuladas a tal fin. Así que se lo mandarán mañana vía Registro General del Ayuntamiento.

Una verdadera lástima. Porque el alcalde podría haber aprovechado para explicar públicamente, por fin, cómo es que, no más hacerse con la alcaldía, se desdijo de todo lo proclamado en relación con este rascacielos mientras que aún estaba en la oposición.

Y el premio es compartido porque, aunque el papel de uno y otro alcalde no ha sido el mismo, ciertamente, sin el concurso de ambos no hubiera sido posible la ejecución de tamaño dislate patrimonial, urbanístico, de movilidad,... y ético, tanto institucional como personal. Como indica la presidenta de SOS Monuments, María Cruz Santos, en la carta de presentación de estos “antigalardones”, los dos mandatarios comparten la responsabilidad de haber concedido los permisos y aprobado los proyectos que han acabado con tan mal resultado. Podría decirse que Monteseirín fue el “ideólogo” e impulsor y Zoido el “cómplice necesario”.