COMUNICADO DE PRENSA
Sevilla, 28 de junio de 2012
Los criterios y recomendaciones de las especialistas sucumben ante la fuerza de la diplomacia y los intereses políticos y económicosSevilla, 28 de junio de 2012
En relación con las noticias publicadas hoy sobre lo acordado en la 36ª reunión anual del Comité de Patrimonio Mundial acerca de la Torre Cajasol, queremos manifestar:
1.- Las informaciones que están apareciendo conviene ponerlas en cuarentena hasta conocer las Actas Oficiales de la reunión.
Recordemos lo que pasó tras la reunión que este mismo órgano mantuvo en Brasilia, en 2010, cuando los gobernantes municipales también se apresuraron a decir que la Unesco aprobaba y avalaba el rascacielos. Y al aparecer las actas de aquel encuentro, dos meses más tarde, se demostró que lo que se había afirmado desde el Ayuntamiento era falso, por no decir mentira. (Ver nota 1.)
2.- En caso de confirmase la no inclusión de Sevilla en la Lista de Patrimonio Mundial en Peligro, no tenemos duda alguna de que será por las fuertes presiones diplomáticas y negociaciones realizadas en estas últimas semanas, tal y como han venido informando los medios de comunicación.
No en vano el alcalde, apoyado por los Ministerios de Cultura y de Exteriores, ha “tocado” a muchos de los 21 miembros de dicho Comité, “los que votan”, con idea de "convencer" al mínimo de ellos suficiente para evitar la inclusión de la ciudad en dicha lista, desatendiendo los dictámenes técnicos y la propuesta de resolución del propio Centro del Patrimonio Mundial de la Unesco. (Ver notas 2 y 3.)
Llegados a estos “terrenos”, el papel de los intermediarios y “conseguidores” es esencial. Y, aparte de los que ya tenemos por aquí, algunos de ellos realmente buenos en sus manejos como bien se sabe en toda Andalucía…, parece que puede haber sido clave la contratación de Georges Zouain. Un técnico francés que trabajó 16 años para la Unesco, llegando a ser Director Adjunto de su mismísimo Centro de Patrimonio Mundial, y que a su salida ingresó en una empresa consultora en materia cultural y de patrimonio, con sede en Beirut.
Y también ayuda bastante en estas lides el alto nivel de “accesibilidad” que, por lo que hemos podido averiguar, parece que tienen algunos miembros del Comité e incluso del propio Centro de Patrimonio Mundial, como señalan fuentes perfectamente informadas de estos pormenores.